Es muy difícil de conseguir, pero lo conseguiremos. No nos queda otro remedio. Claro que me refiero a la crisis, y digo que es muy difícil porque tenemos que cambiar la manera de pensar y de ver el mundo.
Nuestro todavía alcalde, fue a Barcelona a ver jugar al Sevilla. Los gastos no corrían por su cuenta. Valga. Es algo que habrá que cambiar también, porque el deporte no es política, pero bueno, poco a poco. Decía que fue a Barcelona a ver la final y que fue en avión y que se pagó del dinero público. Está bien. ¿Pero se han enterado de lo que hizo? Mandó a su chófer con su coche privado, que es un bien público, para circular por Barcelona cuando llegara. Y luego el coche volvió para Sevilla. ¡Qué barbaridad! Mil doscientos kilómetros dos veces, vaya paliza y vaya despilfarro… y vaya pegote.
Eso es lo que tenemos que cambiar. La manera que tenemos de ver los cargos públicos. Monteseirín es médico. No es un cualquiera. Es persona preparada y que debe estar orgullosa de sus méritos, y, aún así, ha caído en semejante despropósito. No ha pensado ni en las consecuencias, ni en las razones, ni en su chófer… Seguimos viendo la política como un lugar donde uno se comporta como un reyezuelo peleón y aprovechado en vez de cómo un púlpito de servicio público. Está bien que pasen cosas así si nos sirve para escandalizarnos y para que ocurran cada vez con menos frecuencia.
Crisis significa, ya lo sabrán, cambio. Estamos cambiando. Ahora que pintan vacas flacas nos parece mal el abuso del dinero público. Ojalá que cuando salgamos de este largo parto y valle de lágrimas, hayamos saneado las cuentas y las costumbres. La política tiene que pasar a ser un acto universalmente reconocido como bueno y generoso. Nuestros políticos tienen que inspirarnos respeto y reconocimiento. Tenemos que reconocerles juego limpio y grandeza. Se lo debemos exigir y no deberíamos permitir otra cosa.
En caso de ir al fútbol con dinero público, deberían coger su móvil público llamar al otro alcalde público y decirle que si le busca algún transporte público, o al menos si le dejan un coche público. Ser un hombre o una mujer pública debería, y tenemos que exigirlo, debería conllevar que todo lo que se publique de ellos y ellas nos haga estar de acuerdo o no pero aprobar su conducta.
Y tal como están las cosas eso deber ocurrir, ya. Volando, que es palabra adecuada a este momento.
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