Una de las dos posturas tiene que estar equivocada. Estos días hemos visto cómo una misma mujer intentaba, por segunda vez, abrazar al vicario de Cristo en la tierra. En esta segunda oportunidad, era placada un poco tarde por los servicios vaticanos de seguridad y se llevaba al Santo Padre al suelo. En la primera oportunidad, Benedicto XVI pasaba a su lado mirando con expresión extrañada y casi divertida mientras la neutralizaban. Se ha hablado de agujeros en la protección, pero el resultado ha sido que ella no consiguió lo que buscaba: un relativo éxito. Supongo que no volverá a ocurrir. Pero repito, y perdónenme que, una vez más, haya un tema que me aleja de nuestra patria sevillana; una de las dos posturas tiene que estar equivocada… ¿Se acuerdan del pasaje del ciego de Jericó? El evangelista nos cuenta que un ciego clamaba al borde del camino pidiéndole a Jesucristo que tuviera compasión. Los discípulos, como los guardaespaldas del Papa, intentaron que se callase y que se alejara, pero el propio Jesús, al oírlo, se acercó a él y le pregunto: “¿Qué quieres que haga por ti? Ya que la pregunta iba dirigida a un ciego, nos puede parecer un poco fuera de lugar, pero hasta ese punto respetaba Jesús y respeta Dios Padre las voluntades y los libres albedríos. El ciego obtuvo lo que buscaba y se fue a alabar a Dios. Seguro que la hija de Dios que ha sido placada no tiene nada que alabar. Doctores tiene la Iglesia y no soy quién para pretender saber más que ellos, pero mi razón, que es díscola e independiente me dice eso: que una de las dos posturas tiene que estar equivocada. Es cierto que no podemos pretender que cualquiera pueda acercarse al Papa cada vez que le venga en gana para lo que le venga en gana, faltaría más. Es cierto que en este mundo loco hay quien escoge la muerte y el atentado como defensa de las posturas más peregrinas (al mismo Jesús lo crucificaron, sin ir más lejos) y es cierto que las personalidades de este mundo deben ser protegidas del salvajismo. Pero no puedo acabar convenciéndome de lo contrario, y si intento imaginarme al Hijo de Dios en el lugar de nuestro Santo Padre, no se me viene a la mente otra posibilidad. Se me imagina, con la túnica que luego se rifarían los soldados romanos, sin báculo ni mitra, con la barba limpia, agachándose hacia la agresora, mirando con cariñosa censura y aprobación a los miembros de su escolta, levantándola del suelo y preguntándole eso de ¿qué quieres que haga por ti? Esa es mi idea, pero claro, tiene que estar equivocada.
Tuesday, December 29, 2009
Monday, December 28, 2009
Es que me he acordado de mi abuelo.
05.10.2009
En defensa del pueblo gitano
Este es un magnífico testimonio de un gitano, Antonio Jiménez León, que en 1954, es decir, en el apogeo del régimen franquista, escribió replicando a uno de los periodistas más famosos, brillantes y reconocidos de la prensa española.
Nos complacemos en reproducirlo en homenaje a Antonio Jiménez León, que tuvo la fuerza y el valor de manifestarse tan brillantemente en defensa de nuestra comunidad. Testimonio que tiene el mérito añadido, tal y como nos confiesa su nieto Rafael, de haberlo escrito después de que “exterminaran a su familia, en defensa, no de la raza, sino de algo tan moderno como el artículo 14 de nuestra constitución”.
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Carta abierta
Utrera, 24 de Agosto de 1954.
Sr. D. Manuel Sánchez del Arco.
Muy señor mío: Difícil va a serme lograr que usted me entienda; su superior conocimiento está muy por encima de mis pobres y deshilvanadas palabras; pero soy gitano y mi cultura rudimentaria no da de sí mejor elocuencia.
No obstante, haciendo alarde de un desmedido valor literario me atrevo, con todos los respetos que me merecen su preclaro talento y su moralidad sin mácula, a salirle al paso de unas acusaciones que lanza desde las columnas del periódico ABC de 22 de los corrientes, contra toda la raza gitana.
En dicho artículo, obra de arte del bien decir, pinta usted a los gitanos como sólo puede hacerlo un consumado maestro de la palabra. Estoy seguro de que si yo no fuera gitano, me pondría incondicionalmente de su lado; tan contundente y explícito se muestra en sus aseveraciones; pero, gracias a Dios, soy de esa raza, y, como es lógico, y natural, sería un traidor a ella si me pusiera de su parte; sería tan traidor a ella como esos gitanos criminales que asesinan sin ton ni son, como si gitanos no fueran.
Soy el primero en proclamar a todos los vientos que debe acabarse con el crimen; con todo lo denigrante, con todo lo calamitoso, con el delito, en fin; pero no soy consecuente con el exterminio de toda una raza (poco menos pide en su artículo mencionado). En todas ellas existen buenos y malos. Y no porque Judas, Herodes, Nerón, Luis Candela, El Pernales, “El Cristo”, Juan Palomo, “El Viva”, El estrangulador de Londres, el asesino de las estanqueras de Sevilla, el de la ribera del Guadalquivir, muy reciente, y una interminable lista de delincuentes, no fueran gitanos, clamó nadie el exterminio o la deportación de toda la raza “gaché” ; tampoco lo era quien robó las joyas a la Virgen de los Reyes, ni quien ordenó el lanzamiento de la bomba atómica. En América, cuajada de gansters y criminales históricos, nunca gritó nadie el arrasamiento de tal o cual raza, sino contra los autores de estos hechos execrables.
Pero usted llega más lejos; usted quiere reunir a todos los gitanos y enviarlos a la india, pues de allí nos considera dependientes. Y entre tantos pobladores que tuvo nuestro suelo ¿saben muchos de dónde proceden?
Como digo antes, los hay malos, perversos, merecedores del exterminio… pero también trabajadores (aunque usted se ría), honrados, buenos, igual que el pobre sereno vilmente asesinado. Y estos no deben ser considerados como “plaga”; estos no deben ser eliminados a culatazos. Hay que distinguir entre ellos; hay que tener en cuenta que entre doce apóstoles hubo un traidor, y nadie gritó el exterminio de los doce.
Para terminar le diré que también hay gitanas que no son malas. Se da el caso curioso de que en esta raza (que tan detestable le es) no existió nunca entre sus mujeres una espina. Se da el caso curioso también (por tratarse de ellas) de que no abundan las adúlteras y hasta llega a producirse la paradoja de que muy pocas, me parece que ninguna, lleva un hijo al Hospicio o a Casa Cuna.
Existe, sí, como bien dice usted, “una cochambre calé”. Sin discusión alguna. Pero permítame que afirme, a mi vez, que existe otra “cochambre” que no lo es; y con las dos “cochambres” debe acabarse, pero no con las dos razas, pues de ello se encargarán, de no remediarlo Dios, las bombas atómicas.
Y nada más. Sólo añadir que el crimen es crimen sea de la raza que sea el criminal, y parece ser que usted no lo considera así cuando es gitano el matador; de otra manera, no se comprende que leyendo a diario crímenes y más crímenes de sujetos no “calés” , lance contra esta raza tan insultantes improperios.
Debió cerciorarse antes de la filiación y raza a que pertenecen todos los criminales que en el mundo han sido, y seguro que hubiese sacado la consecuencia de que de todo hay en la viña del Señor.
Atentamente, le saluda un gitano de Utrera.
Antonio Jiménez León.
Wednesday, December 23, 2009
Protagonistas Sevilla. Punto Radio. Martes 22 de diciembre de 2009
Aminatou ya está a salvo. Ya está en su casa y en su tierra. Está todo arreglado. Una simple señora de un simple territorio ocupado con el simple hecho de dejar de comer ha movido el mundo, y el mundo ha cambiado. Un gobierno totalitario ha apelado a los derechos tradicionalmente defendidos por Europa. Una Europa normalmente cauta y poco combativa ha hablado de tomar postura y ha amagado. Estados Unidos se ha dejado ver. Ella no ha cedido ni un milímetro en su lento suicidio en pos de la nada.
Hay muchas cosas bellas en todo esto. La belleza del sacrificio ilimitado por una idea a la que se le concede más importancia que a la propia vida. La belleza de gobiernos y gobernantes preocupándose por la vida individual de alguien que, tan sólo unas décadas antes habría sido eliminada con toda impunidad. La belleza de un sistema de gobierno monárquico que, en un mundo islámico aplastado por la imagen de la barbarie, confiesa actuar por razones humanitarias. La belleza de una familia que se reencuentra tras semanas de pánico.
Se podría decir que el mundo ha cambiado, pero no es cierto, el mundo no ha cambiado. Lo hemos cambiado nosotros. El simple análisis de la historia nos da la razón: los gobiernos, cuando no son del pueblo, son crueles. Somos los pueblos los que estamos cambiando el mundo. Los pueblos tenemos lo que nos une a todos los humanos, tenemos bondad y amor. Los pueblos nos estamos convirtiendo en la alternativa necesaria.
Todo lo que se ha hecho en el caso Aminatou se ha hecho pensando en la reacción de los votantes, y los votantes somos tú y yo, y los presidentes de gobierno y de repúblicas, los reyes y los desahuciados. Cuando reina la libertad y la democracia, los seres humanos ganan. Sé que se pueden hacer muchas críticas a muchas cosas, pero la Navidad está cerca y muchas familias de Utrera tenéis un trocito de vuestros corazones por aquellas tierras. No era momento de hacer política (si es que hay algo que no sea política). Hoy es momento de respirar de alivio y de soñar con que todas las vidas del planeta que peligren se encuentren el destino de Haidar. El destino de millones de voluntades decididas a apostar por la vida por encima de tierras y gobiernos. El destino que todos merecemos, porque, lo que es necesario es que no exista otra alternativa que defensa irrenunciable de lo justo. Y justo es que cualquier idea o terruño, que incluso siglos de historia nunca sean más valiosos, nunca, que la vida, que tu vida, que la vida, hoy comienza todo de nuevo, de Aminatou Haidar.
Thursday, December 17, 2009
Tuesday, December 15, 2009
Protagonistas Sevilla. Punto Radio. Martes 15 de Diciembre de 2009
Puedo asegurarles que llevo tiempo intentando no entrar en el tema, pero como comprenderán, a estas alturas se hace imposible. La presión de los medios, la gravedad de la situación, lo imponen… Lo que ocurre es que no sé que puedo decirles que ustedes no hayan pensado o, en su defecto, oído ya acerca de la situación, causas, responsabilidades y soluciones de la huelga de hambre de Aminatou Haidar. Seguro que tienen una idea completa formada sobre el tema, y no soy nadie para interferir en ello, pero, ¿se les ha ocurrido pensar qué tendría que pasar para que se pusieran en huelga de hambre? ¿Qué debería ocurrir para que los sevillanos decidiéramos dejar de comer como recurso último de desesperación? Dejando a un lado hipotéticas tragedias familiares, ¿qué respuesta se nos ocurriría?
A la vista está que no dejaremos de alimentarnos por mucho presupuesto que se pierda en nuestro mercasevilla, en cuba o en manos de quienes gestionan nuestro ayuntamiento, y que tampoco dejaremos languidecer nuestros cuerpos por el descenso a segunda de uno de nuestros equipos. No han metido mano a fondo, pero tampoco parece probable que nadie se declare en ayuno porque a Jesucristo nos lo descuelguen de las aulas, aunque esto, en Sevilla, precisamente en Sevilla, es algo difícil de afrontar con rigor, porque, en caso de que quisieran suprimir la Semana Santa, no quiero ni imaginarme lo que pasaría. Más que huelgas de hambre, a más de uno se lo comían, y dejémoslo ahí, porque la vida de Aminatou tampoco es cosa de broma.
¿Por Sevilla? ¿Se pondría alguien en huelga de hambre por Sevilla? ¿Seríamos capaces de dejarnos morir por amor a nuestra tierra y nuestra gente? No me atrevo a dar una respuesta. Hasta se me ponen los pelos de punta con sólo imaginarlo. Si por Aminatou hasta la Casa Blanca está atenta y trabajando… ¿pueden hacerse una idea de lo que sería en el mundo la noticia de que Sevilla, toda Sevilla, está en huelga de hambre porque no hay justicia ni libertad todavía?
Por ahora, supongo, habrá que conformarse con desear lo mejor para esa Señora y con ver cómo, aunque no sea por elección propia, a los que están sin trabajo, los dejan morir de desesperación sin que nadie se ponga en huelga de nada.
Thursday, December 10, 2009
Martes 8 de diciembre. Protagonistas Sevilla. Punto Radio
Todos los años por estas fechas suelo subir un ratito al cielo a charlar con la gente de allí. Esperan, sin confesarlo nunca, que les lleve las cosas típicas de la época. Después de los saludos y los parabienes, de los qué guapísima está tu mujer y cómo ha crecido tu hijo, todos los años comentamos cómo está la cosa por Sevilla. Tengo que deciros que allá arriba están loquitos con Sevilla. Bromean con eso de sacar las bandas de pasión antes del nacimiento, pero lo hacen por seguir la corriente. Esta vez le he preguntado a Jesús que qué piensa de eso de los crucifijos y me sorprendió su respuesta. Me dijo que no acaba de entender a los humanos, que hace más de dos mil años que bajó y que sigue naciendo y muriendo cada día y cada año para que consigamos estar de acuerdo y que no dejamos de buscar razones para enfrentarnos. Me dijo, y esto es lo que más me llama la atención, que a él, a sus padres y a su madre, les da igual que los crucifijos estén puestos o no. Que de hecho, resucitó para darnos el mensaje fundamental y que nos hemos quedado con su imagen más dolorida y sufriente. Llamaron a las demás divinidades que viven allá arriba y todas estuvieron de acuerdo en que lo suyo sería que, en una clase, cada cual pudiera poner un símbolo de su fe y que se contaran en qué creen y por qué. Que la idea siempre fue incluir a todo el mundo en la concordia de un planeta lleno de personas hermanas y no dejar fuera a todos para que la fe fuera una habitación con las paredes vacías. Se reía cuando bromeó con la idea de que le prohibiesen a la Coca Cola o a la Pepsi usar a Papá Noel para vender refrescos… Pero en la risa, yo le notaba una cierta tristeza, y si nos ponemos en su lugar no es difícil de entender. Lo que sabemos de él acá abajo es que se dejó la vida en proponernos caminos de entendimiento, que fue un contestatario que jamás le hizo daño a nadie ni obligó a nada, que predicó la igualdad, la injusticia del amor que perdona hasta lo imperdonable, que ni siquiera se rebeló contra quienes lo mataban… y seguimos usándolo para enfrentarnos entre los que podríamos vivir en absoluta tolerancia. Bajamos luego y nos dimos un paseo por Plaza Nueva, por Tetuán, por Sierpes… se le iban los ojos tras cada inmigrante, tras cada mendigo, tras la gente llena de compras… Antes de irse de nuevo, con su brazo sobre mi hombro, me aseguró que tarde o temprano veremos la verdad alumbrando las calles porque no hay ni unos ni otros; y nos daremos cuenta.
Tuesday, December 01, 2009
Protagonistas Sevilla. Punto Radio. Martes 1 de diciembre de 2009.
Entre hoy y el próximo martes, la máxima autoridad del Estado cumple 31 años. Es obligado felicitarla y hablar de ella. 31años no son muchos, es cierto, sobre todo en el mundo de los gobernantes, pero ella ha conseguido grandes cosas. Me doy cuenta, sobre todo, cuando me imagino que tuviera que contarles a mis abuelos las cosas que hoy día podemos hacer en España y algunas de las que yo hago. Estoy seguro de que no podrían dar crédito a mis palabras si les digo que puedo salir al aire de Sevilla con Punto Radio y hablar de política. Que no hay penas para quien opina o disiente, que todas las gentes de España (bueno, casi todos, porque el título segundo no casa bien con esto) que todos somos iguales ante la ley. Que no hay derechos por encima de los derechos de los que aquí vivimos (bueno, si quitamos que se reconocen derechos a las Comunidades Autónomas, que no son individuos, que somos los únicos y únicas que podemos tener derechos) y que vivas donde vivas eres igualmente libre (bueno, aunque en unos lugares tu voto pesa más que en otros y puedes o no puedes usar libremente la lengua que quieras). Pero hay que felicitarla, porque ha conseguido que, incluso si hay un gobernante (de los cientos que mantenemos) que confunde su voluntad con el bien común, el común de los ciudadanos podamos decirlo y decidir si sigue en su puesto o no. Hay que felicitarla porque siendo tan joven tiene la clara intención de oírnos a todos y permitirnos ir construyendo la España que nos guste poco a poco. Felicitarla porque es tan tolerante que permite incluso que la modifiquemos si acordamos mayoritariamente hacerlo.
Nuestra Constitución cumple 31 años y sigue, generosamente, ofreciendo sus servicios a la población de este país de turbulenta historia que se pelea cada vez con menos balas. A un pueblo lleno de pueblos que sigue dividido entre los unos y los otros pero decidió hace 31 hacerlo a través del diálogo, del gobierno y de la oposición. Le quedan muchas cosas por hacer, incluso le queda algún que otro paso por el taller, pero es una gran persona. Es la mejor autoridad que el Estado puede soñar. Es la expresión de una soberanía que lleva toda una historia existiendo y 31 años ejerciendo su voluntad de ser, en el futuro que ya está aquí, la voluntad del gran país que somos, del gran pueblo que somos. La voluntad de quienes por encima de cualquier cosa han decidido amar la vida y la libertad. Felicidades. A todas y a todos.