Por fin una buena noticia. El Consejo de Ministros ha encargado al Ministerio de Justicia que inicie la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que contemple la delegación de competencias a los consejos autonómicos de Justicia y evitar, de este modo, la inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña en este capítulo. El Ejecutivo ha recibido un informe de Manuel Chaves sobre los pasos que ha de dar para "desarrrollar el Estatut" .
Qué bien. Y nada más y nada menos que nuestro ex eterno presidente de la Junta se ocupa de ello. De una vez por todas podemos tener la seguridad de que el estado de las autonomías le ha ganado al estado español. Podemos tener la absoluta confianza en que la simple enunciación de un sentimiento de los ciudadanos de cualquiera de nuestras 17 nacionalidades nacionalistas autónomas, hará que nuestro gobierno central se ponga manos a la obra y ordene cambiar la ley para que todo se ajuste al imperio de los sentimientos. Qué bien.
Atrás quedó aquello de que “la ley gobierna a los que gobiernan”, ya era hora de que algún gobierno democrático se atreviera a ponerse eso por montera (uy, mala frase para algo que tenga que ver con Catalunya”) se atreviera a pasarse eso por el arco del triunfo y hacer que finalmente las leyes sean elásticas y reversibles.
Ahora toca aprovecharnos de ello. Pónganse en marcha, abran páginas de redes sociales y locales alternativos donde recoger sentimientos que permitan el cambio de las leyes imperantes de ese estado central totalitario que tenemos que ignorar y renovar. Échenle imaginación, que de aquí seguro que salen cosas buenas. No somos nadie los de Sevilla para darle vueltas a una tortilla, sin no, fíjense en el ministro Chaves. ¿O no?